Valoración y tramitación de incapacidades

Tradicionalmente las incapacidades las han ido llevando por abogados particulares o de organizaciones sindicales, a remolque de las peticiones de los trabajadores que tuvieran o no derecho a obtener una pensión, apoyándose en un médico de su confianza y, solo al final del proceso, solicitando informe "ad hoc" para el juicio y discrecionalmente, contando con él como perito. 

1. Lo que nos hace distintos es el hecho de que sea el médico el que lleva todo el proceso de principio a fin. 

2. El primer paso es la valoración correcta de las posibilidades de que un trabajador/a sea susceptible de serle reconocida una incapacidad, para lo cual es necesario poner en relación la patología que presenta con el puesto de trabajo que desempeña, de lo que se concluye que el profesional más indicado en este primer paso sea ya un médico, que además se desplazará al centro de trabajo para dicha valoración, lo que le permitirá, además, ver in situ las condiciones del puesto, cambiar impresiones con el servicio médico, etc. (y todo ello sin ningún coste para la empresa solicitante).

3. En el desarrollo del proceso, otro aspecto fundamental es la prescripción de las pruebas médicas que puedan ser importantes tanto para el diagnóstico y adecuado tratamiento, como para conocer el auténtico menoscabo del trabajador, que nuevamente vemos, recae en el ámbito de la medicina más que en el del derecho.

4. Se presentarán diversos supuestos que el paciente podrá consultar con nuestro médico, quien a su vez, como compañero, puede tratar con los especialistas que le atienden, con la inspección médica o con su médico de familia. 

5. Contamos con equipo jurídico que nos representa en las distintas capitales de provincia del país, y con quienes se consultan los temas legales que vayan surgiendo, como preparación de demandas, asistencia a juicio, etc.

​1. La detección precoz de los casos de incapacidad que, dejados a su curso normal, se van a traducir en meses cuando no en años de absentismo. 

2. La mejora de los datos de absentismo por enfermedad común, por aquellos procesos que siendo susceptibles de invalidez, por uno u otro motivo, no se plantea ésta, con el consiguiente sufrimiento del trabajador y los inevitables y reiterados procesos de I.T., baja productividad y riesgo de accidentes laborales. 

3. La seguridad de contar con un asesoramiento profesional, objetivamente acreditado, sobre temas de medicina laboral y legal, en cualquier punto del país, lo que permite tomar decisiones correctas en el ámbito de los recursos humanos, que finalmente se traducen en beneficio económico, y social (reducción del absentismo, aumento de productividad, rejuvenecimiento de la plantilla contratación de jóvenes, etc.). 

4. La nula conflictividad de estos procesos, dado que nuestros profesionales son sobradamente conocidos por las organizaciones sindicales, tras años de llevar estos procesos con total honestidad y transparencia.